Medios responsables y cooperación global: mi experiencia en la Cumbre Internacional por los Derechos Humanos

Por: Eduardo Perez

Reflexiono como defensor de los derechos humanos sobre mi participación en la Cumbre Internacional, destacando voces clave y el rol transformador de los medios.

Una cumbre que dejó huella en mi vida y compromiso

Participar en la Cumbre Internacional por los Derechos Humanos, organizada por RATT Internacional y OEX, fue para mí mucho más que una agenda institucional.
Fue una experiencia de encuentro, conciencia y construcción colectiva.

Este evento reunió a defensores, comunicadores, líderes y organizaciones de varios países con un mismo propósito: compartir buenas prácticas, fortalecer alianzas y enfrentar el crimen organizado con una mirada humana y estratégica.

Mi intervención: medios con conciencia y responsabilidad

Tuve la oportunidad de presentar la ponencia:
“Conciencia y sensibilidad en la cobertura de la trata de personas: un llamado a la acción para los medios”.

Desde mi experiencia, destaqué la urgencia de cambiar la narrativa. Los medios no deben revictimizar, deben humanizar.
Debemos informar con sensibilidad, enfocarnos en la dignidad de las personas afectadas y ser parte activa en la lucha contra la trata.

Mi mensaje fue claro: la palabra también salva. Y por eso, quienes comunicamos debemos hacerlo con ética, empatía y propósito.

Inspiración en otras voces comprometidas

Durante la Cumbre, tuve la oportunidad de escuchar intervenciones que enriquecieron y reafirmaron mis convicciones.

También me impactó la participación de la defensora y cineasta Cecilia Domeyko, autora de “Sacrificio en la frontera”, una obra que narra la desgarradora historia de una madre en busca de su hijo robado.
Cecilia, fundadora de Accent Media y la Fundación Cultural Mariposa (Chile – Estados Unidos), nos recordó que el arte puede ser denuncia, memoria y acción

La Licda. Doris Nouel, vicepresidenta de RATT Dominicana y presidenta de AMMPE at World, también fue una voz clave en la jornada.
Su intervención, profunda y estratégica, reforzó la necesidad de una cooperación internacional real y de una sociedad civil activa frente a las violaciones de derechos humanos.

Una conexión personal que hizo la diferencia

Uno de los regalos más valiosos de esta experiencia fue conocer a mi compañeros y compañeras: Fernando Mao, Silvia Giménez, Alma Delia, Ana Maria, Alejandro Cuellar, Angelita, Luchy, Malena, Maria Jesús y su hija, Nurys Pierna, Analía], con quien compartí no solo espacios de trabajo, sino reflexiones y emociones que fortalecieron mi visión.
Conectar con otras mujeres defensoras fue un recordatorio de que no estamos solos en esta lucha, y que el apoyo mutuo es también una forma de resistencia.

Compromisos que nacen del encuentro

Esta Cumbre no fue un cierre, sino un comienzo.
Salgo de ella con la certeza de que la cooperación internacional es posible, de que la articulación entre Estado y sociedad civil puede construir soluciones, y de que los medios tienen una responsabilidad profunda en esta transformación.

Como defensor de los derechos humanos, reafirmo mi compromiso de seguir trabajando con verdad, sensibilidad y acción. Porque cada historia contada con respeto puede generar cambio.
Y porque la dignidad humana debe estar siempre en el centro de todo.

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