«Hoy en más, nuestro país va a florecer y volverá a ser respetado alrededor del mundo», afirmó Trump. «Seremos la envidia de todas las naciones y no permitiremos que sigan aprovechándose de nosotros».
El presidente señaló que su administración priorizará la soberanía nacional, reforzará la seguridad y garantizará un sistema de justicia equilibrado. Prometió el fin de la «utilización injusta del Departamento de Justicia como un arma del gobierno» y abogó por la creación de una nación «orgullosa, próspera y libre».
La ceremonia contó con la presencia de destacados líderes como los expresidentes Bill Clinton, George W. Bush, Barack Obama y Joe Biden, así como de la vicepresidenta Kamala Harris y el vicepresidente Vance.
Trump finalizó su discurso con un llamado a la unidad y al optimismo: «Estados Unidos volverá a ser más grande, fuerte y más excepcional que nunca antes».
El mensaje marca el inicio de un nuevo capítulo en la historia política de la nación, con grandes expectativas y desafíos en el horizonte.
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