Cuando las Personas Se Van: ¿Por Qué Nos Dejan y Cómo Mantener Nuestra Fe Firme?

Por: Eduardo Pérez


Reflexionamos sobre el abandono y las decisiones de aquellos que se alejan, al igual que en la Biblia, cuando las personas siguen a Jesús solo por lo que Él les da. Aprende cómo fortalecer tu fe ante el rechazo.

Contenido:

En nuestra vida diaria, es común enfrentarnos a momentos en los que las personas a nuestro alrededor, como amigos, familiares o incluso hijos, se alejan de nosotros. Este fenómeno no es nuevo; ya en la Biblia, Jesús experimentó algo similar. Muchos de sus seguidores lo dejaron cuando ya no ofrecía lo que esperaban. En tiempos actuales, vemos cómo las personas se alejan cuando dejan de recibir lo que buscan de nosotros. Pero, ¿cómo debemos responder ante este abandono?

El Rechazo de los Seguidores de Jesús (Juan 6:66-67)

En Juan 6:66-67, después de que Jesús les enseñó sobre el pan de vida, muchos de sus seguidores se fueron:
«Desde entonces, muchos de sus discípulos volvieron atrás y ya no andaban con él. Jesús entonces dijo a los doce: ¿Queréis acaso iros también?»

Este versículo revela un aspecto profundo de la naturaleza humana: muchas veces seguimos a Jesús por lo que Él puede darnos, no por lo que Él es. Cuando las expectativas no se cumplen o el beneficio material disminuye, las personas se alejan. Jesús no fuerza a nadie a seguirlo. Él nos da la libertad de elegir, tal como lo hizo con sus discípulos.

La Búsqueda de lo Temporal (Juan 6:26-27)

Jesús también enfrentó la misma situación cuando las personas lo buscaban no por Él, sino por lo que Él podía darles. En Juan 6:26-27, les dijo:
«De cierto, de cierto os digo: Me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis del pan y os saciasteis. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece.»

Este pasaje nos muestra cómo, a menudo, las personas buscan a Jesús por las bendiciones temporales, como lo es el pan y el sustento físico. Hoy en día, esto es similar a cómo las personas a menudo buscan relaciones, apoyos o incluso espiritualidad solo por lo que pueden recibir. Pero, cuando ese «pan» se acaba, las personas se alejan. Es un recordatorio de que no debemos basar nuestra fe en lo que Dios nos da, sino en quién Él es.

Cuando las Personas Se Van: Reflexión para los Tiempos Actuales

En los tiempos actuales, vemos una tendencia similar: cuando las personas ya no obtienen lo que esperan o desean de una relación, se alejan. Esto puede suceder en nuestras relaciones familiares, de amistad o incluso en la iglesia. Las personas a menudo buscan lo que les resulta cómodo o lo que les ofrece un beneficio inmediato. Pero cuando ese beneficio desaparece, su compromiso se desvanece.

Esto es exactamente lo que ocurrió con los seguidores de Jesús. Ellos lo seguían mientras Él satisfacía sus expectativas, pero cuando su mensaje se tornó más profundo y difícil, muchos se alejaron. Jesús, sin embargo, no cedió a las demandas de la multitud, sino que centró su llamado en la verdad eterna.

El Llamado a Seguirle a Pesar de las Dificultades (Juan 6:68-69)

Cuando la multitud se fue, Pedro le respondió a Jesús:
«Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.» (Juan 6:68)
Este versículo nos recuerda que seguir a Cristo no debe depender de lo que Él pueda darnos temporalmente, sino de Su relación y las promesas de vida eterna.

La Enseñanza de Jesús sobre las Prioridades (Mateo 6:33)

Jesús también nos recordó que nuestras prioridades deben estar enfocadas en el Reino de Dios:
«Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.» (Mateo 6:33).
Aquí, Jesús nos insta a poner nuestra confianza en lo eterno y en Su propósito, no en los bienes materiales ni en las recompensas temporales.

Respondiendo al Abandono: Mantener Nuestra Fe Firme

Cuando las personas se alejan, ya sea en nuestra familia o en nuestras relaciones, debemos recordar que nuestra identidad y nuestro propósito en Cristo no dependen de ellos. Aunque las personas se aparten de nosotros, debemos seguir fieles a nuestro llamado, tal como Jesús hizo. Él no se rindió ni cambió Su mensaje, y así debemos hacer nosotros, manteniendo nuestra fe en la eternidad y en la gracia de Dios.

Reflexión Final: Enfocándonos en lo Eterno

La respuesta de Pedro a Jesús, «¿A quién iremos?» es una invitación a seguir a Cristo no por lo que nos da, sino por lo que Él es: la fuente de vida eterna. En tiempos difíciles, cuando las personas se alejan de nosotros, debemos centrarnos en lo que permanece. No debemos basar nuestra fe ni nuestras relaciones en lo temporal, sino en lo eterno y en la verdad de la Palabra de Dios.

Aunque las personas puedan irse, nuestra relación con Cristo es el ancla que nos mantiene firmes. En un mundo donde muchos buscan lo que pueden obtener, recordemos que nuestra verdadera satisfacción y paz se encuentran en seguir a Cristo, sin importar las circunstancias.

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