Honrar la integridad: El coronel Lebrón y su medalla al mérito policial

El Coronel Lebrón fue reconocido con la Medalla al Mérito Policial por sus 22 años de servicio ejemplar. Su historia, contada por un veterano reportero gráfico, refleja el verdadero valor del uniforme.

Un Oficial Que Inspira Respeto

Estando sentado en mi oficina, se presenta de manera repentina, con urgencia y una alegría visible en los labios, uno de nuestros reporteros gráficos más veteranos: Escolástico Castillo. Su expresión no dejaba lugar a dudas: venía con una historia que necesitaba ser contada.

Necesito hablar con ud presidente —me dijo con firmeza—. Es sobre un oficial. Uno que, sinceramente, es como pocos que he conocido en todos mis años de carrera policial. Solo puedo compararlo con la coronela Francia Hernández y el coronel Marte.

Sus palabras me intrigaron. Conozco a Escolástico desde hace años. No es hombre de exageraciones, y cuando habla con esa pasión, es porque hay sustancia detrás de lo que dice.

—¿Quién es? —le pregunté.

El coronel Lebrón —respondió sin dudar.

Honrando el mérito sin escándalos

En una época donde la sociedad exige más transparencia, integridad y vocación de servicio en las instituciones públicas, es justo y necesario resaltar a quienes encarnan esos valores en su trayectoria profesional. Tal es el caso del coronel Lebrón, un oficial de la Policía Nacional con 22 años de servicio intachable, sin una sola falta disciplinaria registrada.

El año pasado, durante una ceremonia celebrada en el Palacio Nacional, el presidente Luis Abinader le impuso la Medalla al Mérito Policial, reconociendo públicamente su conducta ejemplar, compromiso institucional y entrega al servicio público. La imagen de ese apretón de manos entre el coronel y el mandatario es más que simbólica: representa el valor de la honestidad sostenida a lo largo del tiempo.

Un ejemplo para la institución

En un país donde muchas veces se critica —y con razón— la conducta de algunos miembros de los cuerpos de seguridad, reconocer a quienes hacen lo correcto sin esperar aplausos es una necesidad urgente. El coronel Lebrón no solo ha cumplido su deber, sino que lo ha hecho bajo principios de honor, disciplina y respeto al uniforme que representa.

Este tipo de distinciones, más allá de una medalla, deben servir como ejemplo para las nuevas generaciones de policías, y como recordatorio para la ciudadanía de que sí existen servidores públicos comprometidos con el bien común.

Conclusión: la ética sí cuenta

Reconocer a un hombre con más de dos décadas de servicio limpio no es solo un acto de justicia, sino también un mensaje institucional: el mérito sí importa, y la ética tiene valor en la República Dominicana.

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