En su reciente audiencia de confirmación en el Senado de los Estados Unidos, el senador y candidato a Secretario de Estado, Marco Rubio, destacó el notable crecimiento económico y la resiliencia de la República Dominicana en los últimos años. A pesar de los desafíos derivados de la inestabilidad política en Haití, Rubio subrayó que el país caribeño ha logrado destacarse en la región por su estabilidad y crecimiento económico, convirtiéndose en un modelo a seguir para otras naciones latinoamericanas.
Al ser preguntado sobre los países latinoamericanos con un desempeño económico ejemplar, Rubio destacó a la República Dominicana como uno de los casos más sobresalientes. “La República Dominicana ha logrado superar grandes retos, incluyendo los efectos de la crisis haitiana y la pandemia de COVID-19, recuperándose rápidamente gracias a medidas efectivas en diversos sectores”, expresó Rubio.
Recuperación económica rápida y destacada en el sector turístico
Rubio destacó la capacidad de la República Dominicana para recuperar su economía, especialmente en el sector turístico, que es vital para el desarrollo económico del país. A pesar de los efectos de la pandemia, el turismo dominicano volvió a la normalidad con rapidez, lo que ayudó a estabilizar la economía.
La resiliencia del país frente a la crisis sanitaria global, junto con políticas económicas eficaces, ha permitido a la República Dominicana mantener un crecimiento sostenido. El país ha demostrado ser capaz de diversificar su economía, lo que le ha permitido salir adelante incluso en tiempos de incertidumbre global.
La estabilidad política como motor clave para el desarrollo económico
El reconocimiento de Rubio subraya la importancia de la estabilidad política para el crecimiento económico en América Latina. En un entorno regional marcado por desafíos, la República Dominicana ha logrado mantenerse como un referente de estabilidad y prosperidad. Su modelo de crecimiento económico, sustentado en políticas acertadas y una recuperación efectiva del turismo, posiciona al país como una economía emergente clave en el Caribe.
Este reconocimiento resalta el compromiso de la República Dominicana con el desarrollo económico y su capacidad para sobreponerse a los retos regionales. Su ejemplo de resiliencia sirve como un modelo para otros países en la región.