Por: Ysidro Vargas
La censura ha sido una de las herramientas más efectivas utilizadas por los gobiernos autoritarios a lo largo de la historia, incluyendo emperadores, monarquías y dictaduras, tanto de izquierda como de derecha. Su principal objetivo ha sido siempre el mismo: silenciar las voces disidentes y reprimir la libertad de expresión en cualquier forma, ya sea oral, escrita, escénica, en el arte o en la cultura.
La Censura: Un Método de Represión Común en Regímenes Autoritarios
A lo largo de los siglos, la censura fue la causa principal de apresamientos, prisiones clandestinas, muertes y desapariciones de aquellos que pensaban diferente a los gobiernos en el poder. Esta represión afectó principalmente a aquellos que se atrevían a expresar sus ideas de manera crítica hacia el régimen. Ante esta situación, miles de hombres y mujeres decidieron sacrificar sus vidas y libertad con la esperanza de que su sacrificio pudiera dar lugar a un sistema basado en igualdad y libertad, donde expresar pensamientos y opiniones no fuera un crimen ni una causa de exclusión o destierro. Este nuevo sistema, que significaba gobernar con el pueblo, sería conocido como democracia.
La Democracia: El Fin de la Censura o un Cambio de Estrategia
Con la llegada de la democracia, se esperaba que la libertad de expresión fuera uno de los pilares fundamentales. Sin embargo, este ideal de libertad pronto comenzó a ser desvirtuado. Aunque la democracia eliminó la cárcel y la muerte como herramientas de control, la censura continuó existiendo, aunque bajo diferentes formas. En los sistemas democráticos, la exclusión social y la estrangulación económica reemplazaron las antiguas tácticas de represión física.
La Realidad de la Libertad de Expresión en Democracia: Condiciones Impuestas por el Poder
En las democracias modernas, se sigue practicando una libertad de expresión, pero con importantes restricciones. Muchas veces, se permite la libre expresión siempre que sea a favor del gobierno o que no afecte sus intereses. De manera similar, los partidos políticos en sistemas democráticos imponen una auto-censura dentro de sus filas. Para poder avanzar dentro de estos partidos, es necesario cumplir ciertos requisitos, que a menudo incluyen:
- No expresar opiniones contrarias,
- Callar ante los atropellos y las injusticias,
- Ser un “borrego”, es decir, aplaudir todas las decisiones de los altos dirigentes sin cuestionarlas, basándose en la creencia de que los líderes del partido tienen la verdad absoluta.
La Frustración Colectiva: ¿Realmente Valió la Pena Luchar por la Libertad de Expresión?
Este tipo de dictadura interna dentro de los partidos políticos está generando una gran frustración colectiva entre la población. Muchas personas se preguntan si el sacrificio de tantas víctimas a lo largo de la historia, que lucharon por la libertad de expresión, valió realmente la pena. Hoy en día, la democracia parece haber resultado ser tan restrictiva y dañina como las dictaduras más crueles, ya que en ambos sistemas las libertades individuales son severamente limitadas cuando las ideas disidentes amenazan al poder establecido.
Reflexión Final: Dictadura vs. Democracia, ¿Realmente Existe la Libertad de Expresión?
La pregunta que surge es si la dictadura y la democracia, a pesar de ser opuestos, no tienen más en común de lo que parece. Ambos sistemas, que comienzan con la letra «D», han sido dirigidos por políticos con la misma mentalidad de perpetuarse en el poder, sin importar la época o el contexto. Esta realidad nos invita a reflexionar sobre el verdadero significado de la libertad de expresión y sobre si realmente hemos alcanzado el objetivo de vivir en un sistema donde las ideas sean libres de ser expresadas sin miedo a represalias.