En un reciente tuit, la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, informó que las clases en Santo Domingo Norte continuarían sin interrupción, a pesar de la amenaza que representa la banda de «Yanepa». Según Raful, los líderes de la banda ya habrían sido sometidos a la justicia, pero la realidad es muy diferente: Andrez de los Santos, alias «Yanepa», el principal cabecilla, aún no ha sido capturado, a pesar de ser responsable de numerosos delitos violentos.
Las declaraciones de la ministra, que buscan dar una sensación de control sobre la situación, no reflejan la angustia y desesperación que sienten los residentes de los sectores más afectados, como KLM 20, Cruce de la Bomba y Guanuma. Estos barrios siguen bajo la amenaza constante de una banda armada, cuyos miembros siguen activos y aterrorizando a la población.El fracaso de las autoridades y el temor palpable
La ministra asegura que los cabecillas de la banda han sido capturados, pero la presencia de «Yanepa» sigue siendo una preocupación constante para los habitantes. A pesar de los esfuerzos de la Policía Nacional, el cabecilla sigue libre, y su banda continúa ejerciendo control sobre estos sectores, afectando tanto a la seguridad pública como a la educación.
La falta de acción efectiva por parte de las autoridades crea un clima de incertidumbre. Los padres, preocupados por la seguridad de sus hijos, temen enviarlos a la escuela, ya que no se puede garantizar su integridad física. La ministra, al minimizar el impacto de la inseguridad, no está tomando en cuenta las realidades que viven las familias de Santo Domingo Norte.Promesas vacías y un llamado urgente a la acción
No basta con hacer declaraciones públicas si no se respaldan con acciones concretas. El pueblo de Santo Domingo Norte necesita respuestas claras, no solo palabras vacías. Los padres de familia esperan una solución efectiva que les permita enviar a sus hijos a la escuela sin temor a que algo trágico ocurra en el camino.
La ministra Faride Raful debe entender que la seguridad es una prioridad que no puede ser ignorada. La sensación de desprotección que sienten los ciudadanos no se resolverá con simples anuncios, sino con estrategias claras y operativas que logren erradicar la amenaza de las bandas criminales, comenzando por la captura de «Yanepa».Conclusión: El tiempo de las promesas ha pasado
La situación de inseguridad en Santo Domingo Norte requiere respuestas inmediatas y eficaces. La inacción y las promesas sin fundamento solo alimentan la desesperación de una población que clama por protección. Los dominicanos merecen vivir sin el miedo constante de ser víctimas de la violencia. Es hora de que las autoridades, encabezadas por la ministra Faride Raful, asuman su responsabilidad y tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la ciudadanía.