Por: Eduardo Pérez
Reflexión sobre el amor al prójimo y la importancia de no hacer acepción de personas, a través de la enseñanza de Santiago, en la Biblia Reina-Valera, aplicada a los tiempos actuales.
Hoy quiero compartir una lección poderosa de la Carta de Santiago. En un mundo dividido, la enseñanza de Santiago sobre no hacer acepción de personas es más relevante que nunca.
Pero antes de eso, quiero hablar del rechazo de los más cercanos. Algo similar pasó con Jesús. Sus propios hermanos no creían en Él (Juan 7:5). Todos podemos sentir esa incomprensión en algún momento.
El Rechazo de los Hermanos de Jesús: Un Reflejo Humano
Jesús vivió el rechazo de sus propios hermanos. Esto es común en nuestras vidas. Muchas veces, aquellos que más amamos no entienden nuestras decisiones.
A pesar de este rechazo, Jesús siguió amándolos. Nosotros debemos hacer lo mismo. Debemos aprender a aceptar a quienes no nos entienden.
La Enseñanza de Santiago: No Hacer Acepción de Personas
Santiago nos enseña en Santiago 2:1-4:
«No tengáis la fe de nuestro Señor Jesucristo, Señor de la gloria, con acepción de personas.» (Reina-Valera).
Santiago nos dice que no debemos juzgar a los demás por su apariencia o estatus. La fe verdadera trata a todos por igual.
El Amor que No Hace Distinciones
Vivimos en un mundo lleno de diferencias. A menudo, juzgamos a las personas por lo que vemos en su exterior.
Sin embargo, el amor cristiano va más allá de estas distinciones. Amar al prójimo significa extender el amor a todos, sin importar su situación.