Por: Ysidro Vargas
La desaparición de una turista en Punta Cana sacude al país
La desaparición de Sudiksha Konanki, una turista norteamericana de origen indio, ha generado conmoción en todo el país. Desde hace más de una semana, las autoridades dominicanas han desplegado operativos en Punta Cana para dar con su paradero.
Han intervenido organismos como la Policía Nacional, el Ministerio Público, Politur y el Ejército. A pesar de los esfuerzos, la joven aún no ha sido encontrada, ni con vida ni sin ella.
Un caso que eclipsa los problemas nacionales
Este suceso ha sido utilizado por el gobierno y los medios como un tema principal, distrayendo a la población de problemas urgentes como:
- El alza de la canasta básica
- Los abusos policiales
- El deterioro de la salud pública
- La situación fronteriza con Haití
- Los frecuentes accidentes de tránsito
Mientras la tragedia ocupa titulares, estos temas quedan en segundo plano.
Reacción de los padres genera sorpresa
Los padres de Sudiksha han pedido a las autoridades declarar la muerte de su hija. Esta solicitud ha generado asombro, ya que la cultura dominicana tiende a esperar más tiempo ante una desaparición.
Sin embargo, esta actitud podría deberse a diferencias culturales o incluso a razones legales, como la posibilidad de cobrar un seguro de vida. La legislación dominicana exige esperar hasta 10 años para declarar a una persona como fallecida tras su desaparición.
Riesgos para la imagen turística del país
Este hecho aislado podría ser usado por países competidores para dañar la imagen de República Dominicana como destino turístico. Es importante aclarar que ningún dominicano está implicado directamente en el caso.
El único testigo clave es Joshua Riibe, quien fue visto por última vez con la joven desaparecida.
¿Y ahora qué?
Es urgente que la atención nacional también se enfoque en los verdaderos problemas que afectan a la población. La desaparición de una turista es una tragedia, pero no debe ser utilizada como una cortina de humo.