El 2025 promete ser un año clave para la economía de República Dominicana, con una serie de retos y oportunidades que marcarán su rumbo en los próximos meses. Se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca entre un 4% y 5%, mientras que la inflación, que cerró noviembre de 2024 en 3.18%, se mantendría por debajo de 4%. Aunque las perspectivas son positivas, el país enfrentará una serie de desafíos macroeconómicos y estructurales que demandan soluciones estratégicas.
Crecimiento y Tipo de Cambio: Retos a la Vista
El crecimiento económico proyectado, aunque optimista, está influenciado por factores como la inflación y el tipo de cambio. Se estima que la moneda local se deprecie un 4.5% en 2025, alcanzando los RD$63.76 por cada dólar al cierre del año. Además, se proyecta un aumento del déficit fiscal a 3.5% del PIB, lo que pone en evidencia la necesidad urgente de reformas fiscales para mitigar los efectos de un gasto público en aumento.
Un factor relevante en esta ecuación será el comportamiento de las tasas de interés, las cuales, si bien han mostrado señales de disminución desde finales de 2024, siguen siendo un obstáculo para un mayor crecimiento económico. La reducción en las tasas de crédito, impulsada por una mayor liquidez en el mercado, promete aliviar la presión sobre los consumidores y las empresas, pero su efectividad dependerá de la estabilidad externa y de los precios de las materias primas.
Riesgos Internacionales y la Inflación
Uno de los mayores riesgos para la economía dominicana en 2025 será la volatilidad internacional. Aunque se espera que los precios de las materias primas y la energía se mantengan estables, cualquier aumento significativo en los costos de importación podría disparar la inflación. Esto obligaría al gobierno a recurrir a reservas internacionales, generando presiones sobre el tipo de cambio y la deuda pública.
Un Año de Endeudamiento y Ajustes Presupuestarios
El gobierno, que no logró aprobar la esperada reforma fiscal, deberá lidiar con un déficit fiscal más elevado, lo que podría traducirse en mayores niveles de endeudamiento público. Si bien la reducción en el gasto de inversión pública en el presupuesto de 2025 podría aliviar parcialmente las cuentas del Estado, es probable que se reestructuren estos recursos a mitad de año para poder cumplir con las obligaciones fiscales.
Oportunidades para el Futuro: Reformas y Adaptación al Cambio Climático
A largo plazo, la economía dominicana deberá abordar reformas estructurales cruciales. El país debe fortalecer su inserción en las cadenas globales de valor, lo que implica un enfoque en la educación y la capacitación laboral, especialmente en áreas como inteligencia artificial, automatización y programación.
Además, la adaptación al cambio climático se perfila como uno de los mayores retos del país. República Dominicana, ubicada en una región vulnerable a fenómenos climáticos extremos, necesitará invertir en infraestructura para mitigar los efectos del cambio climático, especialmente en áreas como el saneamiento, el agua potable y la reforestación.
Conclusión
República Dominicana enfrenta un panorama mixto en 2025: con un crecimiento moderado proyectado, pero con importantes desafíos fiscales, inflacionarios y estructurales. El éxito dependerá de la capacidad del gobierno para implementar reformas que impulsen el empleo formal, mejoren el sistema de pensiones y fortalezcan la infraestructura del país, al mismo tiempo que se gestionan los riesgos externos y se adapta la economía a los nuevos tiempos globales.