“El arte de preocupar al hombre: análisis del capítulo 6 de Cartas del diablo a su sobrino”

Análisis del capítulo 6 de Cartas del diablo a su sobrino: C. S. Lewis explica cómo el diablo usa la ansiedad y el miedo al futuro para debilitar la fe humana.

Contexto: después de la guerra, llega la preocupación

En el capítulo 6 de Cartas del diablo a su sobrino, el demonio Screwtape continúa enseñando a su sobrino Wormwood cómo manipular a su paciente —ese ser humano común que intenta vivir su fe—.
La guerra sigue siendo el escenario de fondo, pero esta vez la estrategia infernal cambia: ya no se trata solo del miedo a la muerte, sino de algo más cotidiano y profundo: la preocupación constante por el futuro.

C. S. Lewis se adentra aquí en la psicología humana con enorme precisión. Nos muestra que el mal no siempre actúa en las grandes tragedias, sino en la mente inquieta que no puede descansar.

Los personajes y sus símbolos

😈 Screwtape: el maestro de la ansiedad

Screwtape, astuto y manipulador, explica que el objetivo no es causar terror inmediato, sino mantener al paciente en un estado permanente de preocupación.
El miedo agudo puede empujar a rezar o a buscar esperanza;
la preocupación, en cambio, distrae y agota.

Para el demonio, el secreto está en dividir la mente humana:
hacer que piense siempre en el mañana, en lo que puede pasar, en lo que podría salir mal.
Así el hombre se aleja del presente, el único momento en el que puede actuar con fe, gratitud o amor.

El paciente: el ser humano atrapado entre el presente y el futuro

El paciente representa al ser humano moderno que vive en un constante estado de tensión.
Screwtape le enseña a Wormwood que el paciente debe temer lo que aún no sucede.
Que se imagine desgracias, pérdidas o amenazas.
De esta forma, el paciente vive en un futuro imaginario, lleno de ansiedad, mientras descuida lo que realmente ocurre hoy.

Lewis nos hace ver cómo la mente humana puede convertirse en su propia prisión:

“La preocupación es la forma más sutil de falta de fe, porque teme a lo que no ha ocurrido.”

Wormwood: el aprendiz impaciente

Wormwood sigue queriendo provocar emociones intensas, pero su tío lo corrige:

“El objetivo no es que el paciente tenga miedo, sino que viva preocupado.”

La diferencia es crucial: el miedo es una reacción ante una amenaza real;
la preocupación es la invención de amenazas imaginarias.
Lewis denuncia, a través de este diálogo demoníaco, uno de los males más comunes de la vida moderna: la ansiedad anticipatoria, ese hábito de sufrir por adelantado.

El presente, el pasado y el futuro: el eje del capítulo

Screwtape explica que el infierno desea mantener al ser humano fuera del presente.

  • El pasado ya no se puede cambiar.
  • El futuro aún no existe.
  • Solo en el presente el alma puede encontrarse con Dios, con el amor o con la verdad.

Por eso, la gran estrategia infernal consiste en llenar la mente de mañana: preocupaciones, planes, inseguridades.
El demonio quiere que el hombre viva en una especie de tiempo imaginario, donde nada puede hacerse realmente.

Lewis plantea aquí una reflexión espiritual y psicológica al mismo tiempo:
vivir en el presente no es pasividad, sino lucidez. Es actuar con conciencia y confianza, sin quedar atrapado por lo que podría pasar.

El miedo como distracción moral

Screwtape también sugiere que Wormwood utilice la preocupación para debilitar la caridad y la empatía del paciente.
Un hombre preocupado por su propio futuro tiene menos tiempo, energía o deseo para pensar en los demás.
Así, la ansiedad se convierte en una forma de egoísmo involuntario.

Lewis muestra que el mal no siempre aparece como crueldad, sino como preocupación constante por uno mismo, disfrazada de prudencia o responsabilidad.

La enseñanza de C. S. Lewis: el poder del ahora

El capítulo 6 de Cartas del diablo a su sobrino invita al lector a una reflexión simple pero profunda:

El presente es el único terreno donde el bien y el mal pueden actuar.

Cuando el ser humano se enfoca en el momento presente —sin huir al pasado ni anticipar el futuro—, el diablo pierde terreno.
Por eso Screwtape odia el “ahora”: porque en el ahora, el alma puede elegir el amor, la gratitud o la fe.

Reflexión final: el enemigo invisible

Lewis no describe demonios con fuego o gritos, sino con sutileza psicológica.
En este capítulo, el enemigo es la preocupación, esa voz interior que repite:

“Y si algo sale mal…”, “¿Qué pasará mañana?”, “¿Y si no soy capaz?”.

Screwtape enseña que mientras el hombre se pierde en esas preguntas, deja de vivir verdaderamente.
El infierno no necesita destruir la vida: basta con robarle su atención.

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