Análisis del capítulo 5 de Cartas del diablo a su sobrino: C. S. Lewis muestra cómo el miedo y la guerra son usados por el diablo para confundir al ser humano.
Contexto: el mundo en guerra
El capítulo 5 de Cartas del diablo a su sobrino se sitúa en plena Segunda Guerra Mundial, un conflicto que C. S. Lewis vivió de cerca como intelectual británico.
El paciente —el humano que Wormwood intenta corromper— vive en un país en guerra.
Wormwood cree que esto le facilitará la tarea, pues la guerra trae miedo, desesperación y muerte.
Pero su tío Screwtape, con su lógica perversa, le explica que la guerra no siempre beneficia al infierno.
Este giro sorprende al lector y revela uno de los mensajes más profundos del libro:
El sufrimiento no siempre aleja al hombre de Dios; a veces, lo acerca.
Los personajes y su dinámica en este capítulo
🧠 Screwtape: el demonio analítico
En esta carta, Screwtape se muestra como un estratega experto en psicología humana.
Le recuerda a su sobrino que el miedo puede ser útil, pero solo si no despierta la conciencia espiritual.
El miedo moderado puede llevar al egoísmo; pero el miedo extremo, o el dolor profundo, puede despertar la fe.
Screwtape teme que la guerra empuje al paciente a buscar a Dios sinceramente, especialmente si enfrenta la posibilidad de morir.
Wormwood: el tentador inexperto
Wormwood ve la guerra como una oportunidad obvia para la corrupción.
Cree que los bombardeos, la incertidumbre y la muerte harán que su paciente pierda la esperanza.
Pero su tío lo reprende con dureza: no entiende la naturaleza humana.
Lewis usa este contraste entre el demonio viejo y el joven para explorar dos visiones del mal:
- El mal impulsivo, que busca el caos inmediato.
 - El mal inteligente, que comprende que las grandes crisis pueden inspirar conversión, valentía o compasión.
 
El paciente: el alma puesta a prueba
En este capítulo, el paciente representa al hombre común en tiempos de crisis.
Vive entre el temor a la muerte y el deseo de vivir con dignidad.
Screwtape quiere que su miedo lo vuelva egocéntrico, que se obsesione con su seguridad personal, con el futuro o con su propio dolor.
El demonio busca que el miedo lo separe del presente y lo encierre en pensamientos como:
“¿Qué será de mí?”, “¿Cuánto durará esto?”, “¿Y si muero?”.
Lewis retrata así una de las grandes trampas psicológicas del miedo: vivir en la anticipación del mal en lugar de en el momento presente.
La guerra como espejo del alma
Screwtape explica que la guerra, aunque trágica, puede tener un efecto contrario al que Wormwood desea.
En medio del sufrimiento, muchas personas recuperan la perspectiva espiritual, se reconcilian con otros, o descubren el valor del amor y la solidaridad.
Por eso el demonio teme el sacrificio y la humildad que nacen del dolor.
La guerra puede despertar virtudes heroicas —valor, entrega, fe— que fortalecen el alma en lugar de corromperla.
“El verdadero peligro —dice Screwtape— es que los hombres descubran lo que realmente son los cuerpos mortales y lo que significa la eternidad.”
Lewis, que conoció los horrores de la guerra, propone aquí una reflexión moral: el sufrimiento no es siempre destructivo; a veces, purifica.
El miedo: entre el control y la fe
Screwtape distingue entre dos tipos de miedo:
- El miedo útil para el infierno:
- El que paraliza, lleva al egoísmo, a la queja o al resentimiento.
 - Hace que el hombre se obsesione con su bienestar y olvide el de los demás.
 
 - El miedo peligroso para el infierno:
- El que conduce al coraje, la fe y la oración sincera.
 - Despierta en el ser humano una comprensión más profunda del valor de la vida y del alma.
 
 
Lewis muestra que la fe verdadera no elimina el miedo, sino que enseña a enfrentarlo.
Por eso, el demonio no teme tanto el dolor físico como el crecimiento espiritual que puede surgir de él.
La lección de fondo: el infierno teme la esperanza
El capítulo 5 deja una enseñanza poderosa:
el mal no se alimenta tanto del sufrimiento como de la desesperanza.
Cuando una persona, en medio del caos, sigue creyendo en el amor, la justicia o la trascendencia, ha vencido la tentación.
Screwtape, furioso, reconoce que la guerra puede ser un riesgo para el infierno:
en lugar de destruir almas, puede iluminarlas.
Lewis convierte la tragedia histórica de la guerra en una metáfora espiritual:
“Los hombres descubren lo eterno cuando todo lo temporal tiembla.”
Reflexión final: la mirada de C. S. Lewis
Este capítulo no es solo una crítica al miedo, sino una invitación a la lucidez.
Lewis muestra que los demonios, como los temores humanos, prosperan cuando vivimos en la ansiedad, la distracción o el futuro imaginado.
Pero el presente —ese instante donde elegimos cómo responder al miedo— es el terreno donde el alma se fortalece.
Ahí, en esa conciencia del ahora, el mal pierde poder.