Por: Eliaser Antonio Gomera
A un mes de la tragedia del Jet Set, la familia Dotel-Javier honra a Octavio con amor y memoria
“Nunca se sabe cuándo será la última vez”
Probablemente, para esta fecha, la familia Dotel-Javier tenía en mente un viaje. Tal vez una escapada, una nueva aventura, como tantas que solían disfrutar juntos.
Lo que sí es seguro es que, como en cada plan, Octavio Dotel iba a estar en el centro. Con esa sonrisa que llegaba primero, y con la alegría de quien vivía intensamente cada instante con los suyos.
Pero el 8 de abril, esa risa se apagó.
Octavio, esposo, padre y eterno niño grande
Este miércoles se cumple un mes desde la tragedia del Jet Set, que cobró la vida de 233 personas. Entre ellas, Octavio Dotel: esposo, padre, compañero, cómplice. El eterno niño grande de su casa.
Desde entonces, su esposa, Massiel Javier de Dotel, ha atravesado el duelo con una mezcla de dolor, incredulidad y resistencia. Pero también con amor.
Un amor que duele, pero que permanece.
La memoria como refugio
La ausencia de Octavio ha dejado un vacío inmenso, pero también un legado de amor, alegría y cercanía que vive en cada recuerdo.
Hoy, su familia lo honra no solo con lágrimas, sino con la certeza de que fue profundamente amado, y que su risa jamás se extinguirá en quienes lo conocieron.