Por: Ysidro Vargas
Análisis crítico sobre las decisiones del gobierno dominicano y las sospechas de un plan de unificación con Haití. ¿Está el país cediendo soberanía?
«El unificador de las tinieblas»: críticas al rumbo del gobierno dominicano
En República Dominicana, cada vez más voces cuestionan el rumbo que ha tomado el país bajo la actual administración. Lo que comenzó con la promesa de un cambio se ha transformado —según sus críticos— en una secuencia de medidas cuestionables, escándalos de corrupción y decisiones que generan suspicacias sobre la soberanía nacional.
Una sociedad sorprendida
Muchos dominicanos afirman haberse sentido engañados tras depositar su confianza en un proyecto político que ofrecía renovación y transparencia. Sin embargo, a juicio de sus detractores, el gobierno ha incumplido con los pilares fundamentales de esa promesa, y en cambio ha impulsado cambios que despiertan preocupación.
Cambios que generan dudas
Entre las decisiones más polémicas de la actual gestión se destacan:
- Fusión de instituciones públicas, sin resultados claros ni eficaces. El concepto de «unificación» se ha usado repetidamente, aunque con impactos discutibles.
- Modificación del uniforme escolar público, reemplazando el tradicional pantalón caqui y camisa azul clara por un uniforme azul oscuro, similar al utilizado en el sistema escolar haitiano.
- Restricciones de tránsito, como la prohibición de girar a la izquierda en muchas calles, con sanciones inmediatas para los infractores.
- Cambio de uniforme de la Policía Nacional, abandonando el tradicional gris por un azul marino, también similar al de la policía haitiana.
- Construcción de un muro fronterizo, tipo malla ciclónica, que —según algunas denuncias— ha implicado ceder 10 metros de territorio hacia el lado haitiano.
- Uso letal de la fuerza policial, a través de supuestos “intercambios de disparos” que críticos interpretan como ejecuciones extrajudiciales.
¿Una unificación encubierta?
Las similitudes entre decisiones tomadas en República Dominicana y estructuras institucionales de Haití no han pasado desapercibidas. Algunos sectores advierten que podría tratarse de un plan deliberado para avanzar hacia una unificación de la isla de Santo Domingo, una idea históricamente rechazada por amplios sectores de la sociedad dominicana.
Estas medidas, advierten analistas y sectores críticos, no sólo representan una posible pérdida de soberanía, sino también una transformación cultural e institucional que ha ocurrido sin un debate público amplio.
Llamado al escrutinio ciudadano
Las denuncias sobre corrupción, el endeudamiento del Estado y la opacidad en la gestión pública aumentan las tensiones. Mientras tanto, la población exige transparencia, rendición de cuentas y respeto a los símbolos nacionales.
«El unificador de las tinieblas» es el apodo con el que algunos sectores se refieren al actual presidente, en alusión a lo que consideran un gobierno que oscurece en lugar de iluminar.
Una democracia en jaque
En una región donde la estabilidad democrática depende de la vigilancia ciudadana y la prensa libre, es crucial seguir cuestionando el impacto real de las decisiones de los gobiernos. República Dominicana no es la excepción.