Raúl González abre su corazón: “La mentira cansa, la verdad libera”

Por: Ana Martinez

Raúl González revela en su libro su lucha contra el miedo, las adicciones y la búsqueda de autenticidad. “La verdad libera”, afirma.

Raúl González abre su corazón: “La mentira cansa, la verdad libera”

El presentador y comunicador Raúl González compartió los pasajes más íntimos de su vida durante una conversación con la periodista y amiga Mandy Fridmann, donde habló de su libro autobiográfico y del proceso personal que lo llevó a contar su verdad.

“Crecí con ese miedo. Fui víctima de burlas, de bullying, de prejuicios… y lo más duro fue tener que ocultarlo de las personas que amaba”, confesó.

González describe su obra como un viaje de autodescubrimiento y sanación, en el que expone los miedos y las heridas que marcaron su infancia y su vida adulta.

“La mentira cansa… y la verdad libera”

Durante la charla, el presentador recordó los años en los que vivió ocultando su orientación sexual y sus emociones más profundas.

“No se trata solo de hablar de mi orientación sexual, sino de todo aquello que me definió, que me dolió, que me hizo ser quien soy”.

Confiesa que desde niño fue ansioso, temeroso y con una personalidad obsesiva. “Mi primera herramienta de escape fue la comida”, relata con honestidad.

Una adicción invisible

En su libro, González revela su relación compleja con la comida.
“El alimento es lo primero que recibimos al nacer. Te calman con comida, te consuelan con comida, y cuando creces, sigues buscando ese consuelo”, explica.

Durante años, esa necesidad se transformó en una adicción silenciosa.

“Nunca usé drogas, porque les tenía respeto, pero sí fui adicto a la comida y al alcohol”, admite.

El comunicador recuerda con cariño las palabras de Don Francisco, quien le dijo: “Ahora entiendo muchas cosas de ti”, luego de leer su historia.

Vivir con miedo y perdonar

Uno de los capítulos más dolorosos del libro relata el momento en que su padre le pidió que nunca revelara su orientación sexual a su abuela.

“Mi papá me hizo jurar que no se lo dijera… entendí su vergüenza, y lo perdoné. Porque el perdón también libera”, cuenta con serenidad.

Una historia de sanación

Raúl asegura que la terapia fue esencial en su proceso de reconstrucción.

“Voy a terapia desde los 17 años. Me ayudó a entenderme, a sanar, a reconocer el daño que hice, pero también a perdonarme”, afirma.

Su libro, más que una confesión, es una guía emocional para quienes viven en silencio.

“No se trata de ser famoso o de confesar para que te aplaudan. Se trata de vivir en paz. Porque la verdad, aunque duela, libera”, dice con firmeza.

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