Opinión sobre la resolución del MIP

En esta opinión analizo la Resolución MIP-RR-0009-2025 que extiende el horario de venta de alcohol en Navidad y Año Nuevo. Reflexiono sobre sus beneficios, riesgos y el impacto en la seguridad ciudadana.

Mi opinión sobre la Resolución MIP-RR-0009-2025

Cuando leí la Resolución MIP-RR-0009-2025, que extiende el horario de expendio de bebidas alcohólicas durante las festividades, tuve sentimientos encontrados. Por un lado, entiendo perfectamente el espíritu de la medida: permitir mayor flexibilidad en un período donde la vida social y cultural del país se intensifica. Pero, por otro lado, me preocupa profundamente el balance entre diversión, orden público y seguridad ciudadana.

Lo positivo de extender los horarios

Debo reconocer que la resolución parte de un fundamento legítimo. El propio Ministerio de Interior y Policía justifica la medida en la necesidad de acompañar un período festivo en el que el consumo de alcohol aumenta de manera natural.

Aprecio tres elementos positivos:

  1. Flexibilidad temporal razonable: El aumento de una hora adicional en bares, discotecas y restaurantes puede reducir la presión de “todo el mundo salir corriendo a la misma hora”, lo cual suele generar aglomeraciones y conflictos.
  2. Coordinación institucional: La resolución surge con aval del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y menciona varias leyes y decretos. Eso me indica que, al menos normativamente, se buscó respaldo institucional.
  3. Reconocimiento del dinamismo turístico: El país vive del turismo. Extender horarios ayuda a dinamizar la economía nocturna durante las fiestas, lo cual beneficia a cientos de trabajadores.

También valoro que la resolución excluya límites durante la madrugada del 25 de diciembre y del 1 de enero, días tradicionalmente festivos en los que la sociedad dominicana comparte en familia y espacios públicos.

Mis preocupaciones como ciudadano

Ahora bien, sería irresponsable de mi parte ignorar los riesgos. Extender horarios no puede verse solo como una concesión festiva; también puede convertirse en combustible para problemas ya existentes.

Mis principales preocupaciones son:

1. Mayor exposición a violencia y accidentes

En un país donde las muertes por accidentes viales aumentan en Navidad, extender horas de consumo de alcohol podría elevar los riesgos. Me pregunto si se contemplaron medidas adicionales de supervisión, vigilancia y control vial.

2. Impacto en la convivencia y el ruido

La resolución menciona leyes de control de ruido y medio ambiente, pero no se explica cómo esas normas se harán cumplir. En barrios densamente poblados, un horario extendido puede significar más contaminación sónica y más conflictos comunitarios.

3. Fiscalización real

Me preocupa que, aunque el MIP y COBA tienen la responsabilidad de supervisar, históricamente la fiscalización nocturna es limitada. Una medida así solo funciona si hay capacidad real de control.

La contradicción entre seguridad ciudadana y horarios extendidos

La resolución cita la protección de derechos fundamentales y la dignidad humana. Estoy de acuerdo con esos principios. Sin embargo, también entiendo que la libertad individual debe convivir con el orden público.

Me pregunto: ¿es coherente ampliar los horarios en un momento donde la violencia, el ruido y los accidentes suelen aumentar?

No cuestiono la buena intención, pero sí la falta de un plan público detallado sobre cómo se mitigarán los riesgos asociados.

¿Qué hubiera esperado yo?

Como ciudadano, me habría gustado ver:

  • Un plan operativo de seguridad nocturna acompañado de la resolución.
  • Medidas específicas sobre control de ruido.
  • Campañas de consumo responsable obligatorias para negocios.
  • Indicadores de impacto que serán monitoreados.

Con estas piezas complementarias, la resolución tendría aún más legitimidad.

Mi reflexión final

Después de analizarla, concluyo que la Resolución MIP-RR-0009-2025 no es negativa por sí misma. Tiene beneficios económicos y culturales, y responde a una tradición nacional. Pero necesita mayor claridad estratégica para que el aumento de horario no se convierta en un riesgo para la ciudadanía.

Creo que la diversión, la seguridad y el orden público pueden coexistir. Solo hace falta una supervisión seria, estricta y permanente.

Como ciudadano, espero que esta flexibilización no se limite a abrir más horas, sino que venga acompañada de políticas reales que garanticen que todos podamos disfrutar sin poner en riesgo la vida ni la convivencia.

Comparte a travez de: