Por: Ana Martínez
«Deligne Ascensión, ministro de Obras Públicas, agradece a Dios por su gestión y la oportunidad de servir al país. Reflexión sobre su labor y cómo mantuvo su identidad en el cargo.»
Ascensión, expresó su agradecimiento a Dios por la oportunidad de servir al país a través del MOPC. Durante una eucaristía de acción de gracias por su despedida, Ascensión compartió su experiencia en el cargo y la importancia de mantener su identidad y valores, a pesar de las presiones del poder.
Al recordar su primer día como ministro en agosto de 2020, Ascensión destacó cómo pidió a Dios que su función no lo cambiara como persona, y que pudiera conservar su sensibilidad y accesibilidad con la gente. En sus palabras, la posición pública puede hacer que los funcionarios caigan en la «vana gloria», pero él se comprometió a servir como un ejemplo para los jóvenes y niños que enfrentan las mismas dificultades que él.
Tendencia y Disrupción:
La despedida de Deligne Ascención no solo marca el fin de una etapa en el MOPC, sino que resalta una tendencia de integridad y humildad en la política pública. En una era de disrupción política, donde la imagen y el poder son elementos clave, Ascención optó por mantener su humanidad y sensibilidad, sirviendo de ejemplo para un modelo de liderazgo ético. Su gestión también refleja la importancia de no dejarse llevar por la «vana gloria» que muchas veces acompaña a los cargos de poder.