Gobierno entre crisis y pérdida de credibilidad

Por: Ysidro Vargas

Opinión sobre la crisis de credibilidad del gobierno dominicano, marcada por conflictos internos, presiones internacionales y pérdida de confianza ciudadana.

Un gobierno atrapado en su propia crisis

La actual administración dominicana se encuentra, a juicio de amplios sectores de la sociedad, sumergida en un torbellino de conflictos internos y presiones externas. La percepción pública es que el gobierno ha sido debilitado por fallas institucionales, escándalos de corrupción y una gestión que no ha cumplido las expectativas del llamado “cambio”.

Esta situación ha erosionado la confianza ciudadana y ha colocado al Estado en una posición de vulnerabilidad política y moral.

Extradiciones y señales de descomposición institucional

En los últimos años, la extradición de legisladores y autoridades municipales vinculados a redes del crimen organizado ha generado una profunda preocupación nacional.
Para muchos ciudadanos, estos hechos evidencian una infiltración peligrosa del narcotráfico en las estructuras del poder, lo que pone en entredicho la capacidad del partido oficial para depurarse internamente.

El rumor público, que no puede ignorarse, habla de otros posibles casos pendientes, incluyendo figuras de alto nivel, lo que mantiene al país en un clima constante de incertidumbre.

Distracciones políticas y crisis de fondo

Desde esta óptica crítica, algunas acciones del gobierno parecen intentos de desviar la atención pública ante temas más sensibles.
Escándalos mediáticos y procesos judiciales de alto impacto han servido como cortinas de humo frente a cuestionamientos más profundos, como el respeto a la soberanía nacional y la transparencia en la gestión pública.

La percepción de que se prioriza el control del discurso antes que la solución de los problemas reales alimenta el desencanto social.

Soberanía y presiones internacionales

Otro punto que genera inquietud es la sensación de una creciente injerencia extranjera, particularmente de Estados Unidos, en asuntos estratégicos del país.
Sectores críticos entienden que la presencia militar y el uso de infraestructuras nacionales representan una señal preocupante de debilitamiento institucional y pérdida de autonomía.

Este escenario revive recuerdos históricos dolorosos y despierta el temor de que errores del pasado se estén repitiendo.

Un pueblo frustrado y sin confianza

El resultado de esta acumulación de hechos es claro:
Pérdida de credibilidad en las autoridades
Frustración social generalizada Desconfianza en el sistema político

Para muchos dominicanos, el cambio prometido terminó siendo un retroceso, al ver que quienes debían proteger los fondos públicos y hacer cumplir la ley aparecen vinculados a los hechos más bochornosos de la vida nacional.

Reflexión final

La crisis de credibilidad del gobierno dominicano no es solo política; es institucional y moral.
Cuando un Estado pierde la confianza de su gente, también pierde estabilidad, paz social y legitimidad.

El país necesita más que discursos y distracciones: requiere transparencia, responsabilidad y respeto absoluto a la soberanía y al Estado de derecho.

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