La batalla interior: análisis del capítulo 18 de Cartas del diablo a su sobrino

El capítulo 18 de Cartas del diablo a su sobrino revela cómo los deseos desordenados pueden ser usados como armas espirituales. Reflexión sobre amor, placer y manipulación.

En el capítulo 18 de Cartas del diablo a su sobrino, C.S. Lewis aborda uno de los temas más profundos y universales: el amor humano y su perversión. Screwtape, el diablo consejero, instruye a su sobrino Wormwood sobre cómo distorsionar el amor —ese sentimiento que, en su forma más pura, acerca a las personas a Dios— y convertirlo en una herramienta de destrucción espiritual.

Lewis, a través de la ironía diabólica, muestra que incluso los afectos más nobles pueden convertirse en vehículos del egoísmo. El demonio no necesita inventar nuevos vicios; basta con exagerar virtudes o confundir emociones con absolutos. En este capítulo, el “tío” Screwtape celebra cómo los humanos pueden transformar el amor romántico en posesión, en dependencia, o en un culto a la pasión que deja de lado el compromiso y la caridad.

El amor como trampa y como camino

Para el demonio, el amor es una paradoja: puede ser la vía más directa al cielo o la más sutil hacia la perdición. Screwtape aconseja que el paciente vea el amor como una excusa para exigir, no para servir. Que el “yo te amo” se convierta en “te necesito”, borrando la frontera entre entrega y dominio.

Lewis, sin embargo, sugiere que el amor verdadero no anula la libertad del otro. El amor que busca poseer termina destruyendo aquello que intenta retener.

Deseo, placer y manipulación

El placer, en el universo de Lewis, no es malo por sí mismo. Es creación divina. Lo que el diablo intenta es separar el placer del propósito: convertir lo que debería ser celebración en consumo. En este sentido, el capítulo 18 advierte contra una cultura que confunde el amor con deseo perpetuo o con satisfacción instantánea.

Lewis, escribiendo en plena modernidad británica, parece anticipar debates actuales sobre la banalización del amor, las relaciones fugaces y la incapacidad de sostener vínculos profundos.

La crítica a la idea moderna del amor

Uno de los momentos más lúcidos del capítulo es la crítica implícita al romanticismo moderno. Screwtape celebra que los humanos hayan convertido el “enamoramiento” en un ideal absoluto. Para el diablo, nada mejor que un ser humano que confunda el enamoramiento pasajero con el amor duradero. Así, cuando la emoción desaparece, queda el resentimiento, la frustración y el desencanto.

Lewis plantea que la estabilidad y el compromiso no son enemigos de la pasión, sino sus protectores. Sin la voluntad y la fe, el amor se vuelve un espejismo.

Reflexión: amar sin idolatrar

La enseñanza del capítulo 18 trasciende la teología cristiana. Nos interpela sobre cómo amamos hoy: ¿amamos para completar al otro o para llenar un vacío propio? ¿Es el amor un acto de libertad o una búsqueda de posesión?

Lewis, mediante la voz del demonio, recuerda que el amor se corrompe cuando se convierte en idolatría. Amar no es adorar al otro como si fuera un dios, sino reconocer en el otro la presencia de algo divino que merece respeto, no dominio.

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